Caso Judicial: Noche de Boda. La peor noche de su vida.
- PSI. MARIELA BRACHO
- 16 feb 2018
- 4 Min. de lectura
Él y ella, la pareja perfecta, la boda perfecta, pero esa noche, todo dio un giro de 180°, inesperado, insospechado. No obstante, se pasaron por alto detalles que señalaban que algo no estaba bien en él.

Annie Juliet, una joven hermosa, cuya familia bien constituida, de buenos hábitos, principios morales, buena posición económica, solía frecuentar lugares de lujo, divertidos, compartir con amigos de igual estrato social, de gustos afines y que en suma, representaban para ella y su familia, una forma sana y segura de interactuar socialmente. En una de esas veces que compartía con sus amigos, conoció a Edunel, quien desde el primer momento se mostró agradado por la belleza y dulzura de Annie, quedando prendado y motivado a ser el príncipe que toda mujer desea.
Transcurren los días y Edunel, pasaba todas las tardes por la casa de Annie a llevarle detalles y así ser el más galante y atractivo de los hombres. Hasta que en pocos días Annie Juliet, enamorada, consiente en ser su novia, iniciando los momentos más románticos y soñados que a su corta edad pudo tener.
Su príncipe, cada vez mostraba el más variado y esplendido repertorio de detalles amorosos; dulces, flores, comidas en hermosos restaurantes, rico en un entrañable verbo, expuesto en frases como; “eres la mujer de mi vida”, “mi alma gemela”, “viviré para hacerte feliz”, en fin, la relación y el hombre perfecto que hicieron sentir a Annie Juliet la chica más afortunada del planeta.
Cuando ella trató de conocer en profundidad a su adorado, este evadió con gran habilidad dar mayores detalles de su vida y familia, informando sólo que era separado, con un hijo que no le faltaba nada y solía verlo poco a razón de vivir en ciudades distintas, refiriendo viajar mensualmente a verlo y llevarle algunas cosas. Ante el pedido de Annie de conocerlo y conocer a los padres de Edunel, respondía inicialmente con un sí, para después presentar excusas de viajes y de cualquier contratiempo para a la final no conocer a ninguno del grupo familiar de su amado y perfecto caballero, incluso Annie trató de indagar con los amigos en común, acerca de si conocían a alguien de su familia y no obtuvo mayor información que la que ya poseía, además su curiosidad fue obscurecida por el sin fin de atributos que su galán desplegaba en cada gesto. Al poco tiempo, se hacen el uno para el otro, incluso a la vista de los familiares de ella, Edunel fue visto como el mejor de los pretendientes que había podido tener.
La boda fue planificada con apuro, pues Annie había quedado encinta e incluso presentó algunas complicaciones de salud algunos días antes de la boda. Aun así, la misma pudo celebrarse en medio de alegrías y gran felicidad como una verdadera fantasía de las mil y una noches. La recepción se realizó en un lujoso hotel de la ciudad, donde también pasarían los novios su primera noche de nupcias.
El ajetreo de la boda, impactó en la salud de Annie que al retirarse con su esposo a la habitación, observó que sangraba y le manifestó a Edunel que debía consultar al médico de emergencia, y es allí cuando comienza la peor noche de su vida, al ver que Edunel respondió con gran alteración y violencia “ ¿ no me vas a cumplir justo esta noche?”, agregando algo sorprendente como “aprovecho para decirte que no estoy de acuerdo con tu embarazo, debiste cuidarte maldita bruja”, Annie sorprendida y alarmada cuestionó la actitud de su esposo, y en medio de llanto expresó que era un falso, preguntó dónde estaba el caballero con quien se había casado.
Annie con lágrimas en los ojos se subió a la cama y comenzó a explotar los globos que adornaban la habitación nupcial, expresando no había nada que celebrar, que estaba despertando de un sueño, y es cuando Edunel la toma por el pie y con gran fuerza provoca una gran y estrepitosa caída.
El llanto y los gritos alertaron a otros huéspedes e incluso a familiares que se habían hospedado en el mismo hotel y pudieron auxiliar a Annie quien sangraba ahora en mayor cuantía, siendo conducida a un centro hospitalario, donde vería perder a su bebé y Edunel no ha muchos metros se encontraba detenido por violencia física y lesiones en contra de su esposa.
Este caso pude evaluarlo en mi labor como psicóloga forense y lo expongo para dar a conocer las distintas caras de la violencia, muchas veces asociada a personas de bajo estrato social, y en personas de desagradable apariencia. Pues, es tan diversa esa cara, que el perfil del agresor, también puede portarlo un hombre con éxitos en el ámbito económico y social, de buen físico, pues la habilidad del sujeto con rasgos psicopáticos pueden muy bien soslayar aquellos aspectos obscuros de un ser, que tarde o temprano ejecutará alguna acción criminal.
Así que y a modo aleccionador del caso, les muestro que llamaba la atención que Annie nunca conoció el pasado de Edunel, sólo llegó a conocer un primo que siempre se mostró muy al margen de la relación, pero éste mismo, luego de los hechos, confesó que Edunel, había sido denunciado otras veces, en otra ciudad, por lesiones en contra de su propia madre y a su anterior pareja, además refirió que su primo le expresaba en una especie de confesión; odiar a las mujeres, sobre todo a las que se preñaban. Mostrando así, el conflicto con la figura femenina, muy presente en los casos de violencia de género, y en este caso en específico, una muy marcada animadversión a tener hijos, en un temor enfermizo de ser desplazado.
Alerto entonces a nuestras mujeres, sobre todo a las jóvenes, indagar siempre el pasado de su pareja y sin ánimo de alimentar paranoia o desconfianza extrema, siempre será bueno conocer a su familia, compartir un tiempo de noviazgo significativo, para así ustedes se encuentren con las naturales imperfecciones de su amado y exponer libremente las suyas, en sano vínculo y con mayores probabilidades de ser felices.
Nota al lector
Por razones de ética se usaron nombres falsos y se cambiaron algunas circunstancias del hecho, con la finalidad de resguardar la identidad de las personas involucradas.
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